martes, 23 de julio de 2013





INTRODUCCIÓN


La dentofobia, es un problema muy extendido que, aunque no lo creamos tiene solución.
Definimos la dentofobia como el miedo a ir al dentista. Según algunos autores, entre el 8% y el 15% de la población presenta fobias en relación con el tratamiento dental.
El miedo es uno de los principales responsables de que el paciente rechace los tratamiento dentales, y consecuentemente, del agravamiento de su condición oral.
La prevención del miedo debe de realizarse desde la infancia.

















¿QUE ES LA DENTOFOBIA?

La dentofobia, es un problema muy extendido que, aunque no lo creamos tiene solución.

Definimos dentofobia como el miedo a ir al dentista. Según algunos autores, entre el 8% y el 15% de la población presenta fobias en relación con el tratamiento dental. Y el resto (85-90%), a pesar de no presentar fobias, siente casi siempre algún tipo de malestar, ansiedad o miedo antes y/o durante un tratamiento.
El miedo es uno de los principales responsables de que el paciente rechace los tratamiento dentales, y consecuentemente, del agravamiento de su condición oral. En la mayor parte de los casos, el miedo al dentista está directamente asociado con el ''acto físico del tratamiento''. El nivel de miedo aumenta a medida que se aproxima el tratamiento propiamente dicho. Va creciendo progresivamente desde que el paciente llega a la clínica, pasa a la sala de espera, se sienta en el sillón del gabinete y comienza el tratamiento. Los síntomas son manos temblorosas y húmedas, aceleración cardíaca  sudores repentinos, dolor de estómago, dificultad de respiración y pensamiento de cómo poder evitar la próxima cita.

La prevención del miedo debe de realizarse desde la infancia. Y para ello, se utilizan diferentes técnicas:

1.- En el caso de pacientes infantiles, hay que crear un ambiente controlado y seguro que no resulte hostil, con muebles afables y juguetes para la sala de espera apropiados para su edad.

2.- En general, es importante que el personal de la clínica esté bien entrenado, controlando así adecuadamente el comportamiento del niño y utilizando un vocabulario apropiado.

3.- Es útil que el niño visite el consultorio varias veces hasta que se familiarice con él. Resulta también positivo permitir al niño habituarse con los instrumentos dentales que se van a utilizar, que vea cómo son y para qué sirven.

4.- Crear una historia de experiencias positivas asociadas a la situación dental, a través de las técnicas preparatorias, de relajación, de músicoterapia, etc. antes de realizar tratamientos invasivos.


5.- La sedación o, en dentistas preparados, las técnicas de hipnosis, pueden resultar muy eficaces en algunas situaciones complejas.

También se conoce como fobia dental o miedo dental. Existe alguna controversia sobre si este miedo es o no “irracional”, ya que por lo general la dentofobia está causada por malas experiencias previas. Puede discutirse que el miedo a los dentistas es lógico, ya que se requieren instrumentos metálicos afilados y tornos para ser colocados en la boca, que es una de las áreas del cuerpo humano con mayor sensibilidad al dolor. Además, la boca suele ser un sitio que genera pudor: a través de ella nos comunicamos, besamos, ingerimos alimentos. Por todo ello, es habitual que nos sintamos expuestos al estar en la consulta odontológica.
Pero en cuanto se trata de dentofobia, se la puede definir diciendo que consiste en un miedo extremo y persistente que resulta en que el individuo evite asistir a las consultas odontológicas a cualquier costo, solamente posible cuando un problema físico se torna insoportable. Incluso pensar o escuchar sobre ir al dentista podrá marcar un estrés psicológico y la fobia puede interferir con un funcionamiento social normal.La fobia dental (ya se la llame odontofobia, dentofobia, fobia al dentista o ansiedad dental) es una de las fobias específicas. De acuerdo con el Manual Diagnóstico y Estadístico de Desórdenes Mentales (DSM-IV) el criterio de diagnóstico para las fobias específicas incluye:- Un miedo marcado y persistente del objeto o situación específicas que es excesivo e irracional.- Una ansiedad inmediata como respuesta a la exposición del estímulo temido, que puede llegar a tomar la forma de un ataque de pánico.- Reconocimiento de que el miedo es excesivo o irracional.- Evitar la situación productora de ansiedad.- La fobia interfiere con el funcionamiento normal o causa marcado estrés.Existen programas de ayuda a los dentofóbicos, principalmente enseñándoles a manejar la ansiedad a través de técnicas de relajación, control de la respiración, etc. También es sabido que el conocer qué sucede exactamente en la consulta con el dentista y saber para qué sirven los instrumentos, ayuda a no temerle tanto.






























Se define como un persistente, anormal e injustificado miedo a los dentistas, y a acudir a sus consultorios.
También se conoce como fobia dental o miedo dental. Existe alguna controversia sobre si este miedo es o no “irracional”, ya que por lo general la dentofobia está causada por malas experiencias previas. Puede discutirse que el miedo a los dentistas es lógico, ya que se requieren instrumentos metálicos afilados y tornos para ser colocados en la boca, que es una de las áreas del cuerpo humano con mayor sensibilidad al dolor. Además, la boca suele ser un sitio que genera pudor: a través de ella nos comunicamos, besamos, ingerimos alimentos. Por todo ello, es habitual que nos sintamos expuestos al estar en la consulta odontológica.
Pero en cuanto se trata de dentofobia, se la puede definir diciendo que consiste en un miedo extremo y persistente que resulta en que el individuo evite asistir a las consultas odontológicas a cualquier costo, solamente posible cuando un problema físico se torna insoportable. Incluso pensar o escuchar sobre ir al dentista podrá marcar un estrés psicológico y la fobia puede interferir con un funcionamiento social normal.
La fobia dental (ya se la llame odontofobia, dentofobia, fobia al dentista o ansiedad dental) es una de las fobias específicas. De acuerdo con el Manual Diagnóstico y Estadístico de Desórdenes Mentales (DSM-IV) el criterio de diagnóstico para las fobias específicas incluye:
- Un miedo marcado y persistente del objeto o situación específicas que es excesivo e irracional.
- Una ansiedad inmediata como respuesta a la exposición del estímulo temido, que puede llegar a tomar la forma de un ataque de pánico.
- Reconocimiento de que el miedo es excesivo o irracional.
- Evitar la situación productora de ansiedad.
- La fobia interfiere con el funcionamiento normal o causa marcado estrés.
Existen programas de ayuda a los dentofóbicos, principalmente enseñándoles a manejar la ansiedad a través de técnicas de relajación, control de la respiración, etc. También es sabido que el conocer qué sucede exactamente en la consulta con el dentista y saber para qué sirven los instrumentos, ayuda a no temerle tanto.